Argelia manipula al Polisario para su beneficio, pero nadie la acusa por eso. Dejando abierto el campo de acción para Argelia sólo puede acabar a un efecto negativo a largo plazo. La elección de conflicto permite ganar una parte. Su ausencia no resuelve nada. En cada mención de Argelia, los peticionarios en las Naciones Unidas se interrumpen y les hacen perder tiempo de su intervención. Los ataques contra los peticionarios son rara vez personales, incluso si a veces se hace, debido a su conocimiento del tema y del campo. Más que nada tienen lugar para desestabilizarlos y reducir sus argumentos, si es posible, a cero. En todo caso, se trata de una táctica cuya existencia proviene exclusivamente del hecho de que Marruecos está a la defensiva. Por lo tanto, debemos concentrarnos en Argelia y no en el Polisario. Esto no es capaz de ser un participante independiente en la mesa de negociación. Porque depende totalmente de su partidario, de Argelia. O la última utiliza su máscara para desempeñar el papel del estado neutral. Ya que las críticas contra el Polisario sólo refuerzan la ideología de la nada. Entonces, el primer paso para salir de este enclave diplomático es que no se mencione el Polisario en ninguna intervención. Dado que no tiene representación. Debemos ver en este tema el marco y el propósito de las nuestras intervenciones en las Naciones Unidas en Nueva York durante la 70ª y 71ª sesión.