1365 - Las cabezas que lloraban
N. Lygeros
Traducción al español de Eduardo Lucena González y Olga Raptopoulou
Sobre nuestro pequeño horizonte
estábamos buscando nuestra patria
pero nada había quedado en pie,
estábamos solos.
Estábamos tan cerca el uno del otro
que nuestras lágrimas tocaban a los demás.
Habían colocado nuestras cabezas
una sobre la otra
y esta pila
era nuestra única patria.