15435 - Pirámide de muertos
N. Lygeros
Traducción al español de Eduardo Lucena González y Olga Raptopoulou
Era difícil imaginar la barbarie en la práctica, pero así fue.
Pedro había regresado a Constantinopla para pedir ayuda en el momento en el que la inexperiencia de los demás los condenaba.
Los bárbaros, aguardándolos con flechas, empezaron una sistemática caza a muerte.
Nadie esperaba tanto odio.
Y no atañía sólo a los peregrinos.
Cada presencia de la Cruz era una condena cierta.
Y eso se llevaba a cabo de la manera más bárbara.
Incluso muertos los bárbaros no los dejaron en paz.
Así levantaron, tras el fin de la matanza, una pirámide gigante
para mostrarles a todos su logro.
La pirámide de huesos que hallaron el Maestro y los caballeros.