Tal vez algunas personas estén acostumbradas a oír sobre la cuestión kurda sólo como un problema, como un ejercicio que no pueden resolver. Si bien la cuestión kurda se puede resolver y vemos que los primeros elementos aparezcan gradualmente en Siria, a través de Irán, teniendo repercusiones en Turquía. El problema es que el régimen turco también lo ve e intenta, por todos los medios, obstruir la resolución. La posición del Kurdistán, especialmente en el área de contacto con Armenia Occidental y en los límites del río Tigre, permite el desarrollo en las profundidades de Turquía desde el lado posterior. En otras palabras, la región consiste en un moyo, que puede ser interpretado a través de la retroalimentación como un resultado de fuseki del tipo chino. Así pues, no hay razón para la ausencia de una resolución al problema, especialmente si es creado un marco de alianza con los armenios y los griegos pónticos. Además, debido a la gran influencia en esta región, Kurdistán es un territorio próspero para los EE.UU. , de modo que así estén más profundo en el Medio Oriente, sin los problemas causados por el régimen turco a los pueblos que viola.