25580 - La estrategia de reconocimiento
N. Lygeros
Traducción al español de Olga Raptopoulou
La estrategia de reconocimiento en el sector de los genocidios no debe enfocar exclusivamente el perpetrador, sino estar fundida en la Humanidad. Durante muchos años, mucha gente de los nuestros consideraba que lo más importante era el reconocimiento por parte del perpetrador, mientras que lo sustancial se halla en el nivel de la Humanidad. Sólo falta imaginar un genocidio reconocido sólo por el perpetrador y nadie más, para darnos cuenta de lo poco que valía. La continuación de la obra de Lemkin, es decir, su invención de la palabra genocidio, no es únicamente el reconocimiento, sino, a través de la Carta de las Naciones Unidas, son los Derechos de la Humanidad, ya que la última es el blanco del genocidio y no sólo un pueblo concreto. Así que nuestra estrategia no tiene que ser restringida en el perpetrador, porque él será el primer obstáculo. El pensamiento lateral sugiere que es preferible avisar a los demás con el fin de ejercer, a continuación, presión sobre él de muchos lados. De este modo, la presión del reconocimiento se multiplica exponencialmente. Además, por la misma razón, también hay que reconocer de manera efectiva y oficialmente los genocidios de otros pueblos y, de hecho, a tomar más iniciativas hacia esta dirección, dado que así activamos una red humana que dispone de un poder sin precedentes, para lograr nuevos resultados, que antes se veían inconcebibles bajo un enfoque simplista y lineal. Esto debe ser incluido en nuestro programa cuando se trata de genocidios para poder, a continuación, poner en la mesa de las Naciones Unidas la cuestión de los Derechos de la Humanidad sin restricciones basadas en las fobias de las víctimas.